Seguridad y salud en el trabajo como nuevo derecho fundamental para la OIT

La seguridad y salud en el trabajo han sido una constante en la agenda internacional desde 2017, especialmente gracias a los esfuerzos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y a la clara demanda internacional por una protección laboral más robusta. Sin embargo, no ha sido hasta principios de esta década que este tema ha cobrado una relevancia sin precedentes, culminando en su reconocimiento como derecho fundamental de los trabajadores. 

En este artículo exploramos la configuración de este nuevo derecho fundamental, profundizamos en las consecuencias de su reconocimiento y exponemos la necesidad de disponer de un plan de seguridad y salud en el trabajo en este contexto.

 

Antecedentes: Declaración de 1988 sobre principios y derechos fundamentales en el trabajo

La Declaración de la OIT de 1988 fue un parteaguas en la historia de los derechos laborales. Estableciendo cuatro derechos fundamentales en el trabajo, sentó las bases para una protección integral de los trabajadores. Los derechos reconocidos eran:

  1. Libertad de asociación y el derecho a la negociación colectiva.
  2. Eliminación de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio.
  3. Abolición efectiva del trabajo infantil.
  4. Eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación. 

La seguridad y salud en el trabajo, aunque implícita en estos principios, no se reconoció explícitamente como un derecho fundamental por sí mismo hasta 2022.

 

Declaración de la seguridad y salud en el trabajo como derecho fundamental en la 110ª Conferencia de la OIT

El reconocimiento de la seguridad y salud en el trabajo como derecho fundamental durante la 110ª Conferencia de la OIT fue un hito histórico, ya que explicitó por primera vez la importancia de un “entorno de trabajo seguro y saludable

 

Y no es casualidad que se haya optado por esta terminología, sino que se trata de una declaración de intenciones. Por un lado, explicita el alcance y la aplicación práctica de este derecho y, por otro lado, encapsula la integralidad del ambiente laboral, incluyendo no sólo los aspectos físicos sino también los organizacionales y psicosociales.

 

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Además, este término es ampliamente utilizado en los instrumentos de la OIT y refleja un concepto amplio que abarca las políticas nacionales, la función de las autoridades públicas, las empresas y la población trabajadora. Por ello, consigue establecer un sentido de responsabilidad compartida que radica en que la que la seguridad y salud en el trabajo no recae únicamente en empleadores o trabajadores, sino que es una obligación conjunta que también incluye a las autoridades gubernamentales y a la sociedad en su conjunto.

 

Seguridad y salud en el trabajo

 

¿Cuál es la repercusión de este reconocimiento?

La ampliación de los derechos fundamentales para incluir la seguridad y salud en el trabajo tiene una profunda repercusión en el ámbito laboral mundial. Este reconocimiento impulsa a los países miembros de la OIT a adoptar medidas legislativas y prácticas para garantizar la protección de los trabajadores

Esto se traduce en nuevas o ampliadas responsabilidades para las compañías y los técnicos prevencionistas desde varias perspectivas:

  • Mayor enfoque en la prevención

La declaración impulsa un enfoque más proactivo de la prevención de riesgos laborales. Los técnicos prevencionistas ahora tienen un respaldo internacional más sólido para evaluar los riesgos laborales, implementar medidas correctivas y, en definitiva, promover una cultura de prevención dentro de las organizaciones.

  • Ampliación de la formación

La capacitación continua se vuelve aún más crucial. Se precisa destinar una mayor inversión en la formación de los trabajadores, abarcando desde la ergonomía hasta la psicosociología aplicada, pasando por la seguridad en el uso de maquinaria y la gestión de sustancias peligrosas.

 

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  • Responsabilidad compartida e integración de la seguridad y salud en todos los niveles organizativos

La declaración promueve una responsabilidad compartida entre empleadores, trabajadores y gobiernos. Esto conlleva la necesidad de facilitar y fortalecer el diálogo entre las partes interesadas, promoviendo la colaboración y el compromiso colectivo hacia un ambiente de trabajo seguro y saludable. La creación de comités de seguridad y salud en el trabajo se vuelve un elemento central.

 

  • Desarrollo de nuevas herramientas y tecnologías

La tecnología jugará un papel crucial en la evolución de la práctica prevencionista ante la creciente necesidad de facilitar la evaluación de riesgos, monitorear las condiciones laborales e implementar medidas preventivas de forma más eficiente. Tomarán especial relevancia los softwares especializados, como el software de evaluación de riesgos laborales Ergo/IBV, y los dispositivos de monitoreo en tiempo real, entre otros.

 

  • Mayor escrutinio

Este reconocimiento puede llevar a un mayor escrutinio por parte de organismos nacionales e internacionales, así como a una presión aumentada para el cumplimiento de las normativas de seguridad y salud en el trabajo.

 

La necesidad de disponer de un plan de seguridad y salud en el trabajo

La implementación de un plan de seguridad y salud en el trabajo es fundamental para cualquier estrategia de prevención de riesgos laborales y más necesario que nunca tras su consideración como derecho fundamental.

En España, la Ley 31/1995, de prevención de riesgos laborales, establece el marco legal para su elaboración, destacando la importancia de una gestión proactiva de los riesgos laborales.

Estos planes, elaborados y gestionados por el comité de seguridad y salud en el trabajo, deben ser comprensibles y adaptados a las particularidades de cada empresa o sector. Además, deben ser dinámicos y revisarse periódicamente para adaptarse a nuevas condiciones de trabajo o cambios en la legislación. 

La elaboración de un plan de seguridad pasa por seguir los siguientes pasos:

  • Definir la política de seguridad de la empresa en materia de prevención.
  • Formar a los trabajadores para saber identificar los riesgos laborales.
  • Asignar responsabilidades conforme a la estructura de la compañía.
  • Evaluar los riesgos reales y potenciales y realizar un diagnóstico.
  • Investigar soluciones para evitar los riesgos o mitigar sus efectos con el objetivo de prevención a largo plazo.
  • Documentar el plan de seguridad para que sirva de referencia a la organización.

En todo este proceso, la participación del comité de seguridad y salud en el trabajo es esencial en este proceso, ya que asegura que las voces de los trabajadores sean escuchadas y que las medidas implementadas sean efectivas y pertinentes. 

En conclusión, la declaración de la seguridad y salud en el trabajo como un derecho fundamental por parte de la OIT es un avance significativo en la lucha por condiciones laborales seguras y saludables. Además, subraya la necesidad de invertir en un plan de seguridad y salud en el trabajo, así como en tecnologías que ayuden a su implementación como es el caso del software Ergo/IBV..